El PIB del segundo trimestre refrendó el escenario de desaceleración, en un contexto en el que los datos de los últimos meses en casi todos los rubros y áreas muestran una profundización en el enfriamiento que está evidenciando la economía. El mercado laboral, que tuvo un repunte fuerte en 2021, también ya lo está sintiendo, con las vacantes de nuevos empleos en su menor nivel desde octubre de 2020.
24 de septiembre de 1988. Ese día Ben Johnson logró quitarle la medalla de oro de los 100 metros planos a Carl Lewis en la final de los Juegos Olímpicos de Seúl. Una hazaña que dejó al mundo perplejo en una de las finales más electrizantes que se recuerden, pero que duró poco. Días después, la sorpresa fue aún más grande: Johnson dio positivo en estanozolol, un esteroide que le ayudó a correr más rápido por un período corto de tiempo.
La economía chilena, en medio de la pandemia, tuvo su propia dosis de esteroide: los sucesivos retiros de los fondos de pensiones y las ayudas fiscales, entre las más grandes del mundo como porcentaje del PIB. Esto hizo que la demanda interna se recuperara rápidamente tras el shock inicial del coronavirus, pero, tal como con el estanozolol, la capacidad no era permanente y los efectos se agotarían.
Las alertas de la desaceleración comenzaron a aparecer en los últimos meses, pero hoy prácticamente no hay dato que no muestre el freno que está teniendo la economía. Y, si se ven en su conjunto, reflejan un escenario que ya preocupa a autoridades y entidades internacionales. A continuación, los más relevantes:
Tomando el dato más general de todos, el Producto Interno Bruto (PIB), se evidenció que la economía estuvo en el segundo trimestre ad portas de caer en una “recesión técnica” -dos trimestres consecutivos de caídas en relación al trimestre anterior-, al registrar el dato desestacionalizado una variación de 0%. Sin embargo, en el mercado hay consenso en que esto sí se va a producir en el tercer y cuarto trimestres del presente año. La última “recesión técnica” ocurrió en plena pandemia, con gran parte de la economía con restricciones y sectores que en la práctica estuvieron completamente cerrados, como el turismo y los servicios de alimentación.
Aunque para el economista jefe de Scotiabank, Jorge Selaive, ya estamos en recesión técnica. No obstante, en su análisis extiende a dos décimas el registro del PIB del segundo trimestre. Al hacerlo así, la cifra que aparece es -0,01%. “Se acentúa la desaceleración y el segundo semestre viene algo peor”, anticipa.
En la serie sin ajustes, en relación al mismo trimestre de 2021, el PIB creció 5,4%, por debajo del 5,7% esperado y que proyectaban los promedios de Imacec.
“Proyectamos contracciones anuales para los siguientes trimestres de este año y para la primera parte del siguiente”, dice la economista de Euroamerica, Martina Ogaz, y agrega que el cuarto trimestre será el que presentará la mayor caída, que estará en torno a 2,9%.
El Banco Central anticipa que el año cerrará en cerca de 2%, lo que habla de
lo mal que se vendría el segundo semestre del año, ya que en los primeros seis meses el crecimiento promedio es de 6,4%. De hecho, hasta mayo las variaciones interanuales no bajaban de 6,4%, pero en junio se registró un 3,7%. El nuevo ritmo de números ya está llegando.
El mercado, Hacienda y el FMI tienen cifras similares para este año y para el próximo se anticipa una contracción del PIB, cerrando en cerca de -1%.
Yendo más al detalle, las cifras de comercio también están registrando desaceleraciones. Según datos de la CNC, las ventas presenciales de junio reflejan un incremento de 7,9% real anual, el cual se debe a que el año pasado durante la segunda mitad del mes el comercio no esencial no pudo abrir sus puertas por cuarentena total en la RM. Pese a este efecto favorable
de base de comparación, se evidencia una desaceleración del indicador, e incluso hay categorías que marcan bajas anuales.
El sector automotor también está frenándose y se ve ya un estancamiento en julio. De acuerdo a la ANAC, las ventas de vehículos nuevos crecieron interanualmente solo 0,2% en ese mes, lejos de las cifras en torno a 30% de inicios de año. Mientras, un estudio elaborado por Yapo.cl reveló que la venta de automóviles usados cayó 56,7% durante el segundo trimestre de 2022 respecto a igual periodo del año anterior.
Según el informe, la baja tiene relación con la normalización del stock de autos nuevos y que, en su momento, llevó a una sobredemanda de autos usados. En efecto, hace un año por cada auto nuevo se vendían 4 usados, y hoy esta tasa se encuentra cercana a 2,5, cifra similar a la observada antes de comenzar la pandemia. Todo esto impulsado también por la mayor
liquidez en los hogares.
En el sector inmobiliario y construcción se sienten también los efectos de la situación actual, mientras la oferta de viviendas está por sobre las ventas, los precios llevan seis meses de caída de acuerdo a datos de TOCTOC y los permisos de edificación bajaron 11% en junio, considerando la superficie para viviendas y para otro tipo de construcciones.