Acabar con el oligopolio y monopolio marítimo

Si albergaba alguna duda, la pasada celebración de la mesa redonda sobre la problemática de la subida de los fletes y la escasez de contenedores en comercio marítimo internacional, me la ha terminado de despejar. La logística del contenedor multimodal en su eslabón marítimo es un oligopolio en manos de la oferta. Diez compañías mundiales agrupadas en cuatro alianzas, que me atrevo a decir –alguien debe hacerlo- que actúan como un “cártel”. Y a quien esta expresión la parezca muy dura, que acuda a la RAE.

Vuelvo a este tema desde esta tribuna por la riqueza de las opiniones expertas vertidas en el webinar y porque allí se pusieron, sobre la mesa de debate, nuevas derivadas que abundan en un problema calificado, nada menos, como “campo de minas” o “tormenta perfecta”.

Transitarios, cargadores, gestores de puertos, importadores, exportadores y el usuario final, está viendo –y aprendiendo- que es lo que pasa en este escenario al saltar a las páginas y noticiarios de la prensa generalista en todos sus canales. Ellos son los paganos de esta fiesta que, por el contrario, está llenando hasta los topes las arcas de las grandes navieras mundiales. Ahí están sus cuentas de resultados.

Además, los armadores “amenazan” ahora con controlar también el resto de la cadena. ¿Cómo? Obligando a quienes a duras penas suben un contenedor a esos mega-buques repletos (pagando precios desorbitados –de 2.000€ hace un año a 12.000€ ahora por contenedor de China a España, por ejemplo), a utilizar también sus incipientes y exclusivas redes terrestres: si quieres espacio en el buque, también debes usar “su” transporte terrestre.

Convocadas también a ese coloquio virtual, ninguna de esa grandes navieras globales aceptó la participación para aportar su punto de vista, defensa o justificación. Lo más lamentable ha sido obtener en casi todos los casos la callada por respuesta. La falta de argumentos en su favor y/o el temor a un “ataque” en bloque por parte del resto de contertulios que –prometimos explícitamente- no iba a producirse (nuestro papel era ese), están seguramente en los primeros lugares de su rechazo. Aunque razones para ese choque frontal no faltan.

La unión para luchar contra el oligopolio

La unión de sectores, la fuerza del grupo o grupos, cada uno en torno a sus iguales –en este caso el competidor debe ser un aliado- parece ser que es lo único que puede hacerse. La protesta común frente a organismos competentes. Poco efecto por ahora. Porque pese a que los organismos plurinacionales de comercio persiguen – o dicen perseguir- los monopolios, en este caso se justifica que los diez grandes y sus cuatro alianzas no han hecho práctica ilegal alguna. Me cuesta creerlo.

Esta semana es la de la celebración anual de la logística. Y el jueves 15 el llamado Día Europeo de la Logística (Supply Chain Day). Nosotros contribuiremos como cada año con una mesa redonda “a puerta cerrada”, en formato on-line por segunda onomástica anual consecutiva, el martes 13. Haremos un repaso de la situación logística. El CEL, XPO Logistics y un nutrido grupo de profesionales logísticos multisectoriales, se unen, colaboran y dan brillantez a este evento.

Y esto me lleva a pensar que este es un magnífico momento para congratularnos por el servicio prestado desde las cadenas de suministro. A TODA la sociedad, durante los últimos y estresantes doce meses. Pero que esa felicidad por el trabajo bien hecho, debe dar paso a la crítica por lo que no lo está. Prácticas como las de las navieras mundiales son un ejemplo. Y los colectivos logísticos nacionales y multinacionales –como ELA, European Logistics Association, que promueve el Día Europeo- deben tener voz y, en la medida de su representatividad, tomar cartas en el asunto.

Además hay un deber –moral si se quiere- solidario, y que mira al futuro común, por parte de cada eslabón de la cadena logística, para procurar un entorno económicamente estable y sostenible, ahora que es tan incierto y en muchos casos nada favorable. Esas navieras parecen silbar y mirar hacia otro lado. No se trata de convertir cada negocio en una ONG. Pero de ahí al monopolio hay un amplio trecho.

Si anda como un pato, come como un pato y grazna como un pato, seguramente es un pato. Si todos los que usan la cadena marítima del comercio internacional reconocen que las mega navieras actúan como un oligopolio, tasan sus precios como un oligopolio y ofertan como un oligopolio, será un oligopolio y eso debe acabar. En bien de las cadenas logísticas globales e, incluso, del futuro de las propias navieras. Pan para hoy y escasez para mañana. Muchos negocios no podrán continuar, incapaces de pagar esos precios por flete que alimentan a su vez la escasez de contenedores.

¿Qué piensan ustedes?

Cuídense y cuidarán a los demás, que esto no se ha acabado. Aunque con la vacunación, ya queda menos, si todos seguimos colaborando. 

Fuente: blogs.cdecomunicacion.es

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